¡Cuidado con la sobreestima!
Si alguno se figura ser algo, cuando en realidad no es nada, se engaña a sí mismo.
Seguramente, muchos de nosotros hemos lamentado habernos fiado de un magnifico currículum que había sido “inflado” y que condujo a graves problemas económicos para la empresa y psicológicos para el contratado, que veía como era incapaz de desempeñar las funciones para las que había presumido saber. Ser engañado es muy peligroso, pero engañarse a uno mismo es más peligroso todavía.
Hay empresarios que han sido víctimas de sí mismos al sobrevalorar las calidades de sus productos, sus posibilidades materiales para atender a la demanda o su potencial financiero para financiar su crecimiento.
Se habla mucho de la baja autoestima, pero casi no se menciona a la sobreestima (estimación o valoración excesiva de alguien o algo). Así como es malo tener baja autoestima, la sobreestima también lo es, y trae consecuencias muy negativas en la vida. Tan malo es el complejo de inferioridad como el complejo de superioridad. El primero te deja frustrado e incapacitado para progresar, el segundo te ridiculiza y arruina.
Una persona que dirige una organización empresarial, cuando se sobreestima, es peligrosa, porque cree “ser alguien o algo” sin serlo. Se cree capaz sin estar capacitado. Cree tener los recursos necesarios sin tenerlos.
Saber lo que de verdad somos y de lo que somos capaces de hacer es esencial y tiene un gran valor. Saberlo de nuestros equipos nos evitará, disgustos y quebrantos y nos ayudará a hacerles crecer. Todo ello en beneficio de nuestros objetivos empresariales.
¡Alégrate de los logros que hayas alcanzado! No te olvides de felicitar a los que, junto a ti, lo hacen posible.
¡Presume de tus éxitos! Nunca olvides que la auténtica satisfacción consiste en sacar el máximo rendimiento de lo que de verdad eres y tienes, porque eso es lo que puedes invertir. En definitiva ¿no es el beneficio empresarial el diferencial entre lo invertido y lo obtenido?
Potencia una autoestima sana y equilibrada personal y empresarial, porque te dará satisfacción.